Una gesta patriótica para liberar al país de la invasion Española
Los ecuatorianos conmemoran cada año la gesta del grito de la independencia que se dio el 10 de agosto de 1809, cuando un grupo de patriotas en Quito, decidieron decir basta y cercaron el Palacio Real, obligando a capitular al entonces presidenta de la Real Audiencia, conde Ruíz de Castilla.
Se trata del primer grito de independencia en Latinoamérica, que este año cumple 208 años de la gesta patriótica para lograr la libertad del país centroamericano.
Este proceso se inicia con la primera Junta de Gobierno Autónoma que se creó en el territorio de la Presidencia de Quito a raíz de la invasión napoleónica a España, dando inicio a un proceso revolucionario que se extendería hasta 1812.
Después del 10 de Agosto de 1809, una vez conformada la Junta de Gobierno, el 16 de agosto, se llevó a cabo un Cabildo Abierto en el Convento de San Agustín, en la que ratificaron todo lo actuado el 10 de Agosto.
Esas decisiones fueron informadas all Virrey del Perú, José Abascal; al de Santa Fe, Antonio Amar y Borbón; al Gobernador de Guayaquil, Bartolomé Cucalón y al de Cuenca, Melchor de Aymerich. Ellos conocieron así de la existencia del nuevo orden en la antigua Real Audiencia de Quito.
Esto fue tomado como una rebelión y la autoridades enviaron fuerzas militares desde Guayaquil, Popayán y Pasto para aplacar los aires de independencia.
Sabiendo esto, la Junta de Gobierno, en Quito, organizó dos divisiones compuestas por tres mil hombres bajo el mando de Juan Ascázubi y Manuel Zambrano y los envió con dirección al norte para detener el avance de las fuerzas realistas de Popayán.
Los quiteños se encontraron con los realistas en Pasto y fueron derrotados. Lo mismo ocurrió con Zambrano en Cumbal.
Las noticias de la derrota sembraron la desmotivación. Los intereses pudieron más en la Junta Soberana de Quito y el presidente Juan Pío Montúfar se vio obligado a renunciar. Juan José Guerrero y Mateu, conde de Selva Florida, asumió la presidencia y se encargó de negociar la rendición con el conde Ruiz de Castilla., lo cual se didioel 24 de octubre de 1809. La condición era que no se tomara represalia contra nadie, y así fue aceptado.
Pero una vez que llegaron tropas procedentes de Quito y Guayaquil, el conde Ruiz de Castilla disolvió la Junta de Gobierno y ordenó la persecución y captura de quienes la conformaban.
A los patriotas les esperaba un proceso judicial en el que incluso se pidió pena de muerte contra cuarenta de ellos.
El 2 de agosto de 1810, el pueblo quiteño quiso tomarse el cuartel para liberar a los patriotas pero la reacción de los realistas llevó a la masacre de los próceres.
Sala de Redacción/Hispano New Jersey
Publicado el 10 de Agosto 2017