Un estudio realizado en España y publicado en la Revista JAMA, ha determinado que las mujeres que consumen unas cuatro cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra al día reducen hasta dos tercios su riesgo de desarrollar un cáncer de mama.
Las participantes (4.282 mujeres) fueron divididas en tres grupos cuyas características eran idénticas salvo por la dieta: mediterránea rica en aceite de oliva (50 gramos diarios), mediterránea rica en frutos secos (30 gramos diarios de nueces y almendras o avellanas) y una dieta baja en grasas.
Entre todas las mujeres, el número de casos de cáncer de mama a lo largo de un seguimiento de cinco años fue de sólo 35 (un número muy bajo teniendo en cuenta que una de cada ocho debería haberlo desarrollado, según las estadísticas). En el caso del aceite de oliva se apreció una reducción del riesgo de tener cáncer de nada menos que del 68%.
Sala de Redacción/NewJerseyHispano
Publicado el 13 de Julio 2018