Recluido en una cárcel de inmigración de Stewart, en Georgia, está el excapitán de la Selección Sub-17 de Honduras, Allan Rivera.
El joven de apenas 20 años huyó del país para salvar su vida. El hondureño fue víctima de un intento de secuestro y extorsión, según el relato que brindó al medio digital, Mundo Hispánico.
Rivera, comentó que esos fueron los principales motivos para huir de Honduras e intentar ingresar de manera ilegal a Estados Unidos.
Lamentablemente el hondureño fue capturado por la patrulla fronteriza y fue entregado al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Rivera lleva cinco meses esperando el juicio de deportación al que se debe someter.
El catracho relata que a pesar del calvario que está viviendo prefiere seguir encerrado antes que volver a Honduras.
Sala de Redacción/NewJerseyHispano
Publicado el 24 de Agosto 2018
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