
Newark
KIPP Newark Collegiate Academy, una escuela pública autónoma de secundaria es la primera secundaria en la red de conexión con Knowledge is Power Program (KIPP, por sus siglas en inglés). Stephanie Rivera-Beltre, una consejera de carreras universitarias en KIPP Newark Collegiate Academy está determinada en ayudar a estudiantes de su escuela a asistir a la universidad. Ella se crió en Brooklyn y es de raíces dominicanas y puertorriqueñas.
Rivera-Beltre se crió en Brooklyn y es de raíces dominicanas y puertorriqueñas. Ella estudió en la universidad de SUNY Binghamton y trabajó en Brooklyn por varios años hasta que se fue a vivir a República Dominicana por casi una década. En República Dominicana, Stephanie empezó a trabajar en una escuela privada como maestra de inglés y de historia y al mismo tiempo trabajaba en una Universidad enseñando sociología y escritura.
Rivera-Beltre decidió moverse de nuevo a Estados Unidos cuando dos de sus amigos universitarios le pidieron que viniera a trabajar a KIPP con ellos. Cuando fue a la entrevista, le gusto mucho la forma en que funcionaba la escuela y le cayeron muy bien los miembros de la facultad. Las escuelas autónomas son escuelas gratis, públicas y están abiertas para todos los estudiantes. Estas escuelas ofrecen atención personal y tratan de siempre poner las necesidades de los estudiantes primero.
“Si solo hubiera un asistente para el principal, le tocaría manejar y supervisar todos los departamentos y eso sería difícil”, dijo Stephanie Rivera-Beltre. “KIPP tiene un asistente para el principal en cada departamento y eso ayuda a que los estudiantes sepan con quién pueden hablar si el principal no está disponible. También ayuda a crear relaciones más estrechas entre los estudiantes y los asistentes de cada departamento porque ellos pueden tener más reuniones individualmente con los estudiantes y de esa forma, conocerlos mejor.”
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Rápidamente Stephanie se integró a la escuela y empezó a formar relaciones fuertes con sus estudiantes, en especial con dos hermanas que tuvieron su primer año trabajando en la escuela. Las niñas tienen el mismo apellido de ella y por eso decidieron empezar a llamarla “Titi” para que los otros estudiantes la respetaran desde un comienzo.
Las hermanas no pensaban asistir a la universidad después de terminar la secundaria pero cada vez que Stephanie podía, les contaba historias sobre su experiencia en la universidad y las conexiones que hizo. Poco a poco mientras su relación con ellas fue creciendo, pudo convencer a las hermanas de aplicar a varias universidades y las dos le dijeron que fue por los consejos de ella que decidieron hacerlo. Las hermanas están aplicando de nuevo a la universidad después de tomar un descanso durante la pandemia y fueron a visitar a Rivera-Beltre recientemente.
“Les dije que me manden correos electrónicos con los ensayos que necesiten para la universidad para poder revisarlos o para poder prepararlas para alguna entrevista que tengan”, dijo Rivera-Beltre. “Ellas me dijeron que quieren ser como su ‘Titi’, y aunque no quiero que se sientan presionadas, quiero que logren graduarse y ellas saben que estoy aquí para lo que me necesiten y eso es bueno que lo sepan.”
En su posición como consejera de preparación universitaria, Rivera-Beltre ayudó a estudiantes del último año de secundaria a buscar información sobre muchas universidades, les ayudó a encontrar y a aplicar a becas, a llenar aplicaciones universitarias, y aplicaciones para recibir fondos federales (FAFSA, por sus siglas en inglés).
“La universidad no es para todos. Algunos deciden irse por una ruta alternativa y eso también está bien”, exclamó Rivera-Beltre.
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Cuando Rivera-Beltre estaba en la secundaria, tenía un promedio de 85 y su consejero le dijo que no la aceptarían en ninguna universidad. Acudió a un consejero diferente por recomendación de una amiga y pudo obtener ayuda para aplicar a varias universidades y, en particular, a la Universidad de Cornell, que era la escuela principal a la que quería asistir. Aunque no fue aceptada en esa universidad, aplicó y llegó muy lejos en el proceso de aplicación. Ella quiere que todos los estudiantes traten de aplicar aunque sus grados no estén al nivel de la universidad porque no quiere que se queden con la duda.
“Es importante que le demos oportunidades a nuestros jóvenes, especialmente durante esta pandemia, donde estamos pasando por algo completamente nuevo que ha interferido mucho en nuestras vidas. Somos adultos lidiando con los efectos de la pandemia pero ellos son niños y no sabemos qué está pasando por sus cabezas ni cómo les está afectando el haber pasado la mayoría de su secundaria virtualmente,” dijo Rivera-Beltre.
Newark Collegiate Academy es una secundaria con aproximadamente 830 estudiantes entre los grados de noveno a 12. La escuela está ubicada en Littleton Avenue en Newark en un edificio moderno, ofrece una experiencia educativa completa, que incluye clases con honores y opciones de cursos avanzados, atletismo universitario y una variedad de clubes que apelan a los intereses de los estudiantes. Los ex alumnos de esta escuela obtienen títulos universitarios en más de tres veces el promedio nacional de estudiantes de familias de escasos recursos. Para más información sobre Newark Collegiate Academy, visite su página web.
Publicado el 04 de Febrero 2022