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Rodrigo Benítez, cónsul del Ecuador en Queens, tiene 18 años en el servicio exterior
Arturo Castillo/New York Hispano
Colaborador
Rodrigo Benítez es el flamante cónsul del Ecuador en Queens. Él se encarga de que cada ecuatoriano que acude al consulado para solicitar un servicio tenga información confiable, cálida y expedita. Y qué mejor manera de lograr esos objetivos que atendiéndoles personalmente. Efectivamente, Benítez es el primer rostro visible cuando el usuario entra al consulado; él es el funcionario “front desk’.
Su innovador estilo de servicio rompe el esquema del jefe sentado detrás de su escritorio, exigiendo resultados a sus subalternos.
“La comunidad ya me conoce, pues estuve en el consulado de Manhattan, como cónsul general, durante un año. Las autoridades de la cancillería ecuatoriana han decido que asuma la responsabilidad de la agencia consular de Queens, que es un brazo del consulado general de Manhattan”, nos cuenta.
¿Cuáles son sus credenciales, su perfil profesional?
“Soy un diplomático de carrera; estoy 18 años en el servicio exterior ecuatoriano. He servido en China, en Málaga, España, en Bielorrusia”.
Entonces, con esas ricas experiencias profesionales y humanas, ¿cuál es su perspectiva acerca de la tarea consular?
Nosotros, como funcionarios consulares, tenemos que ponernos en las circunstancias de los seres humanos ecuatorianos, de los compatriotas que están fuera del país y que necesitan de nuestra ayuda. He visto a lo largo de mi carrera las diferentes necesidades que tienen los ecuatorianos. Los consulados son una forma de que se sientan cercanos a su país, de que puedan resolver situaciones concretas.
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De su experiencia en varios lugares del mundo, ¿cree que los ecuatorianos mantienen su identidad en su condición de migrantes?
Los ecuatorianos mantenemos nuestra identidad, independiente de dónde estemos. Por supuesto, la cultura local tiene una influencia en las personas, especialmente cuando han vivido muchos años en un lugar. El estar fuera enriquece, ayuda al sujeto a tener una visión distinta del mundo, su mente se abre y entiende mejor a los demás.
¿Cree usted que los ecuatorianos, en general, tienen una buena capacidad de adaptación, que se avienen fácilmente?
Al igual que todos los latinoamericanos, buscamos mejores días para nuestras familias. Migramos a los lugares que nos puedan ofrecer los medios para lograr metas significativas. Sí, los ecuatorianos tenemos poder de adaptación. Donde se abren las puertas para una nueva vida, hallamos formas de ajustarnos a las circunstancias.
Ahora, puntualmente, cuéntenos cómo encontró el consulado de Queens.
Debo comentar el trabajo que hicimos en el consulado de Manhattan, al encontrarlo cerrado debido a la pandemia, lo que represó el trabajo. Lo primero fue restablecer los servicios, permitir el acceso a los usuarios, atenderles cara a cara. Seguidamente, reactivamos los canales de comunicación, respondiendo a todos los correos electrónicos. Empezamos a programar citas. Para dar agilidad a la atención, organizamos filas de casos regulares, urgentes y de emergencia. Las personas de la tercera edad necesitaban hacer citas; ahora ya no es necesario.
Establecidos esos procesos, ahora el consulado de Queens está sincronizado con el consulado general de Manhattan, de modo que tenemos homogeneidad en los trámites de todos los servicios. Los usuarios pueden tener la certeza de que los consulados proceden de idéntica manera, de que los tiempos para procesar los trámites son iguales; los costos, los requisitos.
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¿Se tradujo todo aquello en eficiencia, calidad en el servicio y mejor rendimiento del personal consular?
Sin duda. Hicimos un trabajo de eficiencia para poder subir el número de pasaportes entregados; de 65 que despachaba el consulado de Manhattan, subimos a más de 100, con la misma capacidad instalada y el mismo personal. Afinamos procesos para hacerlos más eficientes.
Al asumir mis funciones en el consulado de Queens, me doy cuenta de que estos aspectos hacen falta. Lo que hemos empezado a hacer es abrir las puertas para que las personas puedan acceder a una atención personalizada. Además, hemos reactivado todos los canales de comunicación. Respondemos a todos los correos electrónicos, incluidos aquellos donde los usuarios se quejan de manera agresiva e insultante. De alrededor de 50 pasaportes despachados, estamos subiendo a más de 100.
En otro ámbito, ¿se sabe dónde está asentada la mayor población de ecuatorianos?
Hay que anotar que la comunidad ecuatoriana de Nueva York es la segunda más grande, siendo la primera la dominicana. Calculamos que alrededor de un millón de compatriotas están asentados en el área tri-estatal. Queens alberga a medio millón.
¿Existe una relación bilateral entre los consulados ecuatorianos y las autoridades de la ciudad de Nueva York?
Nosotros, como misión consular en el lugar, conseguimos de las autoridades los servicios que pueden ser ofrecidos a los ecuatorianos. Seguidamente, les guiamos e informamos para que puedan acceder a esos servicios; de modo que no sean objeto de estafas, que no sean discriminados por su condición legal en Estados Unidos. La ciudad ofrece beneficios gratuitos, como la atención de salud, la vivienda, un sistema de guarderías; nuestra tarea es informar adecuadamente a los compatriotas para que los utilicen.
Publicado el 28 de Septiembre 2022
