Milei: seis meses de un huracán que se siente hasta en EEUU

Opinión

Nicolás Meyer | Westchester Hispano | Colaborador

En medio año –este 10 de junio se cumplen seis meses desde que asumió la presidencia de la Argentina– Javier Milei ha revolucionado al país.

Milei fue elegido, fundamentalmente, para bajar la inflación y ser distinto de sus predecesores, Néstor y Cristina Kirchner y los designados por esta última. Muchos lo votaron sobreponiéndose al rechazo que le generaban tanto sus ideas políticas tan de derecha como su personalidad agresiva. Recibió una Argentina con un aumento de precios mensual del 25,5%, que, según cálculos suyos, hubiera llevado a una hiperinflación del 15.000% anual o más.

El objetivo de bajar la inflación está lográndose; para abril la tasa mensual bajó a 8,8%. Una de las grandes contradicciones de Milei es que no entiende del todo cómo lo ha hecho. Para él, la inflación es un fenómeno exclusivamente monetario. Pero en países que han tenido casi siempre inflación alta, cada persona que debe fijar un precio le agrega a su cálculo un plus “por las dudas”, y con ello alimenta la vorágine.

Pero este ingrediente psicológico de la inflación también puede actuar en sentido inverso. Cuando vieron que la arremetida de Milei contra la inflación iba en serio, muchos fijadores de precios decidieron, preventivamente, reducir más las subas. Para Milei, como la psicología no entra en sus ecuaciones monetarias, esta ayuda recibida no existe.

Milei ha recortado el sector estatal, que ha definido como “una asociación criminal”. La actividad económica se ordena, pero baja: la inflación se reduce a costa de recesión.

La verdadera revolución de Milei es hacer que la mayoría de la sociedad, normalmente quejosa y de corta memoria, entendiera que los durísimos ajustes se deben al descalabro económico heredado. Milei necesita aprobación parlamentaria de leyes que cimenten sus medidas; el Congreso frena proyectos durante meses. Milei, que no ha dudado en calificar a los que retrasan sus leyes con términos tales como “ratas”, negocia con ellos.

Milei abomina de todo lo que huela a socialismo, en el cual incluye a prácticamente todo lo que esté a su izquierda: es incapaz de distinguir alguna diferencia entre un Mao y un Willy Brandt de Alemania.

En relaciones exteriores el cambio ha sido diametral. Bajo el signo de los Kirchner, Argentina se inclinaba hacia países como Venezuela, Irán, o Rusia. Ahora Argentina es nuevamente amiga de Estados Unidos, de Israel, de Occidente en general –y de sus dirigentes más derechistas en particular–.

Publicado el 05 de Junio, 2024

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. 2024.
PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DE CUALQUIER MATERIAL DE ESTE PERIÓDICO SIN LA AUTORIZACIÓN EXPRESA Y ESCRITA DE LA EMPRESA EDITORA.